Lamine heredará el ‘10′ de Messi en privado

El pasado 27 de mayo Lamine Yamal firmó la renovación de su contrato como jugador del Barcelona hasta el 2031. Un acto trascendente para el futuro inmediato de la entidad, pero que pasó de puntillas en el escenario mediático. Se firmó el contrato en el despacho del presidente Laporta y no hubo nada más allá de las imágenes despachadas por el club. Una desproporción entre lo que significaba esa firma y el eco que causó. En ese momento se dijo que en su día, cuando Lamine Yamal cumpliera los 18 años (fue el domingo pasado) se haría un gran acto en el que además de oficializar esa firma con el jugador ya como mayor de edad se le haría la entrega oficial del dorsal ‘10’. Pero los planes iniciales van a distar mucho de la realidad.

La polémica generada en torno a la fiesta de 18 aniversario de temática ‘mafia’ que organizó el sábado pasado Lamine Yamal en una finca por la que pagó un alquiler de 40.000 euros y en la que se hizo acompañar de amigos, familiares, influencers, cantantes, youtubers, acompañantes para dar buena imagen y un grupo de enanos han enturbiado el ambiente de lo que debería ser una fecha señalada en el calendario barcelonista.

En el club temen que si el acto se abre a la prensa como era la intención, el debate y las preguntas giren exclusivamente en torno a la polémica de la fiesta y se desvíe el foco de la renovación. El peligro de que un acto tan simbólico como que el niño que en su día fue fotografiado siendo un bebé bañado por Messi recogiera su mítico dorsal, tras la mala experiencia de Ansu Fati, podría quedar en un segundo plano.

Desde el Barcelona se había planificado la jornada de hoy como una operación de mercadotecnia que coincide con el lanzamiento de la nueva camiseta del club, que se comercializó hace un par de semanas con la salvedad de que la de Lamine no se vendía con el número ‘10’ a la espalda. .

Muchos aficionados barcelonistas fueron a las tiendas oficiales de la entidad a comprar la nueva equipación y pidieron que se les imprimiera en la espalda el ‘10’ con el nombre del jugador de Rocafonda. En todos los casos, los empleados de las tiendas del club explicaban a los compradores, que abonaban un mínimo de 120 euros por la prenda, que no se hacían responsables de qué ese fuera el dorsal definitivo del jugador.

Lamine, en sus redes como pocos, empezó a dar pistas de cara al nuevo dorsal, pero al Barça le han crecido los enanos y el acto será con sordina y menos de lo esperado.