El análisis del Barça-Athletic, por Lobo Carrasco

1. Lucha colectiva, mentalidad de final

La posición liberada de Frenkie De Jong no la tenía Marcelino en su pizarra. El holandés fue un todoterreno para beneficio del fútbol colectivo blaugrana.

El Barça inició el encuentro con gran disciplina colectiva y eso significó mucho sin pelota. Atacar sí, pero replegar todos a mucha velocidad resultaría fundamental para minimizar a Raúl García y dejar sin espacios a Iñaki Williams. En el primer cuarto, tres oportunidades para los azulgrana: primero Griezmann pasando a Messi pero sin éxito final ante Unai Simón (picó flojo el balón y repelió el meta); seguidamente Antoine probó con un zurdazo que salió alto y en el 14’, Pjanic chutó mordido pero Leo logró rematar con el escudo. Ese gol hubiera significado mucho.

No se detuvo el equipo de Koeman empeñado en imponer control y ritmo en el partido ante un Athletic que deseaba presionar alto pero que con De Jong de comodín, los blaugrana lograban ir hacia delante.

2. Falta linda

En el 19’, una falta a Messi fue enviada a la escuadra como a cámara lenta por el capitán del Fútbol Club Barcelona para disgusto de toda la barrera, de Muniain, tirado en el césped, de Yeray que no llegó jugándose el físico contra el poste y de Unai Simón que sólo pudo contemplar la linda caída del balón.

El 1-0 puso justicia porque el conjunto rojiblanco iba en el partido detrás de los azulgrana. Era importante, para el Barça, mantener a Capa y Yuri hundidos atrás. Y pudo irse en el numerador el equipo de Koeman pero un derechazo raso de ¡Araujo! Salió lamiendo el poste.

A medida que se fue estirando el Athletic, los azulgrana tenían más posibilidades de contragolpear. Y no llegó el 2-0 porque Ousmane Dembélé precipitó un remate en una gran contra de Frenkie De Jong con pase de Messi que el extremo francés desperdició. No esperó un segundo y… “cuerpo atrás, balón arriba”.

3. Mingueza llega, Koeman monta una defensa aérea

El Athletic no se rindió propulsado, mentalmente, por sus recientes victorias. En un balón centrado por Raúl García, De Marcos invadió el movimiento de despeje de Jordi Alba y el gran lateral azulgrana pagó con el 1-1. Una recompensa dolorosa que el Barça notó durante unos minutos. Fue el único “momento” del Athletic en el partido.

Pasada la franja que va del 46’ al 56’, reapareció el F.C.Barcelona para que Unai Simón realizase el paradón (despeje colosal) de la noche. Donde ahora está entrando De Jong o Pedri, llegó Pjanic para contactar un cabezazo espectacular. Salvados los leones, Marcelino utilizó el banquillo.

Con Sergi Roberto también en liza, interior derecho, el combate por coger el medio campo se hizo tormentoso por el gran gasto físico acumulado en ambas escuadras. Fue un lateral, Mingueza, quien dejó atrás a Muniain y, entrando en área, presentó el 2-1 a Griezmann. Acción rápida, gol limpio.

Último cuarto era para los entrenadores y esta vez ganó Ronald Koeman con Lenglet en el campo, Messi estrangulando tiempo y los balones aéreos, defendiendo, para los azulgrana. De descolgados a perseguidores del imparable Atlético.