El Nápoles hizo los deberes en el mercado de invierno

El Nápoles, rival del Barça en los octavos de final de la Champions League, tenía claro que su prioridad en el mercado de invierno era incorporar a centrocampistas que subieran la competencia en la plantilla y así lo hicieron con los fichajes de Stanislas Lobotka, ex del Celta, por 20 millones y Diego Demme, procedente del RB Leipzig por otros 12 ‘kilos’.

Además, los napolitanos lograron la cesión con obligación de compra, cifrada en un total de 21,5 millones, del extremo Matteo Politano, que ya se enfrentó a los culés en la fase de grupos de la máxima competición continental con el Inter de Milán, para tener más alternativas en ataque, el punto fuerte del equipo.

Con la llegada de los tres futbolistas y la única salida del central Lorenzo Tonelli a la Sampdoria, el técnico Gennaro Gattuso tendrá una plantilla más profunda con la que afrontar la eliminatoria ante el Barça y poder dar la sorpresa.

Fernando Llorente sonó para cambiar de aires, pero finalmente se quedó en San Paolo y será una arma a tener en cuenta, mientras que otros jugadores como Lorenzo Insigne y Dries Mertens han recuperado su mejor versión.

Pensando en el futuro

Si las llegadas de Lobotka, Demme y Politano permitirán dar un salto de calidad en este tramo final de temporada, el Nápoles también se ha movido este invierno de cara al futuro con los fichajes de Andrea Petagna, delantero del SPAL, y Amir Rrahmani, central del Hellas Verona, para el próximo curso.