Ferland Mendy, el 'Mbappé de los laterales zurdos' vinculado al Barcelona

Tras dejar atrás una grave lesión y ser rechazado por el PSG, aparece como el posible reemplazo a largo plazo de Jordi Alba.

Si hay un club que pueda fichar laterales izquierdos sabiendo de qué se trata jugar en esa posición, ese es el Barcelona. El actual secretario técnico del conjunto azulgrana es Eric Abidal, un hombre que durante su carrera como jugador se destacó en esa demarcación, ganando cuatro títulos de Liga y dos de Liga de Campeones, además de llegar a la final de la Copa del Mundo en 2006 con Francia, su Selección.

Aunque el Barcelona busca por todo el mundo, Abidal no ha tenido que ir muy lejos para encontrar al principal objetivo de los catalanes de cara al próximo verano. De hecho, ha vuelto la mirada hacia sus raíces en Lyon. Allí se encuentra Ferland Mendy, el futbolista que aparece como sucesor a largo plazo de Jordi Alba.

Profesional desde 2015, empezó su carrera en Le Havre (el mismo club de Paul Pogba, Lassana Diarra o Riyad Mahrez). El joven de 23 años se ha convertido en una figura clave para el equipo de Bruno Genesio y está preparado para hacer el mismo movimiento que hizo Abidal cuando tenía 27 años, cambiando el club del Ródano por el gigante azulgrana.

Esta noche, cuando el Lyon reciba al Barcelona en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, los fanáticos del Barça podrán seguir de cerca al jugador que podría ser suyo en agosto.

El ascenso de Mendy ha sido astronómico. A los 21 años había jugado solo 12 encuentros en liga, todos con el Le Havre y en Segunda División. Dos años y medio después, ya es internacional por Francia y está listo para jugar un papel protagónico en las eliminatorias de la principal competición de clubes de Europa.

"Es cierto que todo sucedió muy rápido desde Le Havre, ¡pero me digo a mí mismo que debo ir más rápido!", dijo Mendy a France Football en enero. "Tengo que continuar con esta dinámica".

Mendy pasó un tiempo en las categorías juveniles del Paris Saint-Germain, pero le dejaron ir por una artritis en su cadera, una lesión que le hizo perder mucho fútbol cuando tenía 15 años. Además, cuando también era un adolescente, le tocó perder a su padre.

"No he tenido un viaje fácil, es cierto, pero nunca me he rendido", comentaba. "Ahora estoy aquí. Con un fuerte deseo de triunfar, está en mi carácter. Siempre he sido así".

Aunque es una persona segura de sí misma, a veces calificada como arrogante, Mendy no es alguien que habitualmente hable con los medios de comunicación. Él se expresa en el campo, donde es un pistón incansable por el flanco izquierdo del Lyon.

Quizás inevitablemente, dado su nombre y su función, se le compara con Benjamin Mendy, del Manchester City, quien se abrió paso en Le Havre en las dos campañas previas de que lo hiciera su homónimo.

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"Él es el Kylian Mbappe de los laterales izquierdos", dijo el experimentado agente Yvan Le Mee a France Football. "Contrariamente a lo que se cree, la posición del lateral izquierdo es la más solicitada después de la de un delantero porque son muy difíciles de encontrar. Mendy es bueno ofensiva y defensivamente, lo cual es muy raro. A su edad, no hay nadie mejor".

"Aparte de Andy Robertson, que no se irá del Liverpool, no hay un jugador tan talentoso en ese puesto, especialmente porque Lucas Hernández tiene un perfil diferente".

Ya ha demostrado que puede enfrentarse a los mejores, brillando en la victoria del Lyon sobre el City de Pep Guardiola en el Etihad Stadium en septiembre pasado. Probablemente haya sido el mejor lateral zurdo en la fase de grupos de la Liga de Campeones.

El martes se las podría ver con su amigo de la infancia Ousmane Dembélé, quien llegó al Barcelona procedente de la Ligue 1. "Mis dos hermanos y mi hermana vivían en Evreux (de donde es Dembélé)", explicó. "A menudo pasaba mis vacaciones allí y fue entonces cuando nos conocimos. Jugamos juntos de vez en cuando. Tenía 13 o 14 años".

Ambos han llegado a patear una pelota en el patio de recreo: este será el partido más importante en la vida de Mendy y tendrá el desafío de detener a Lionel Messi. Es una tarea que está listo para llevar adelante, y lo prepara con su enfoque habitual y relajado.

"Messi es un electrón, puede ir a cualquier parte, pero no voy a hacer nada especial", dijo al reflexionar sobre esa situación. "Siempre es bueno codearse con jugadores así, pero Messi sigue siendo un humano".

Si Mendy puede reducir al internacional argentino a un estatus de mortal en el Parc OL esta noche, seguramente habrá pasado la última prueba del Barça, justo bajo la atenta mirada de Abidal, un hombre que sabe lo que se necesita para llegar al corazón de los aficionados del Camp Nou.